El 23 de febrero de 2022, la Comisión Europea presentó al Parlamento Europeo y al Consejo una propuesta de Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad. El Consejo adoptó su orientación general el 1 de diciembre de 2022. El Consejo y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo provisional el 15 de marzo sobre la Directiva sobre Diligencia Debida de las Empresas en Materia de Sostenibilidad (CSDDD por sus siglas en inglés), estableciendo un precedente significativo en la regulación de prácticas corporativas responsables, texto que fue aprobado por el Parlamento Europeo el 24 de abril. Esta normativa representa un avance importante en la promoción de la sostenibilidad y la protección de los derechos humanos y el medio ambiente a nivel corporativo.

La CSDDD tiene como objetivo garantizar que las empresas operen de manera responsable y transparente, considerando no solo las ganancias económicas sino también los impactos sociales y ambientales de sus actividades. Esta directiva afectará a más de 5,000 empresas en la UE y otras internacionales con operaciones significativas dentro del bloque. Estas empresas deberán implementar procedimientos robustos para identificar, prevenir, mitigar y rendir cuentas sobre los impactos negativos de sus operaciones en los derechos humanos y el medio ambiente.

La directiva impone diversas obligaciones a las empresas afectadas: desarrollar y ejecutar políticas de diligencia debida; identificar y mitigar los riesgos e impactos potenciales; informar públicamente sobre sus políticas y efectividad; y adaptar planes de acción alineados con el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1.5°C.

La implementación de la CSDDD se realizará de manera gradual entre 2027 y 2029, dependiendo del tamaño y la facturación de las empresas. Las empresas de terceros países que operen dentro de la UE también estarán sujetas a esta normativa.

Aunque las PYMES no están directamente sujetas a la mayoría de las obligaciones de la CSDDD, se verán impactadas indirectamente a través de sus cadenas de suministro, ya que las grandes empresas requerirán que sus proveedores cumplan con prácticas sostenibles y responsables.

La CSDDD presenta tanto desafíos como oportunidades. Las empresas deberán invertir en sistemas y formaciones para cumplir con los requisitos, lo que podría representar un desafío financiero y operativo. Sin embargo, también ofrece una oportunidad para mejorar la sostenibilidad corporativa y fortalecer la confianza de los consumidores y las partes interesadas.

Los incentivos incluyen el cumplimiento con la directiva como criterio para la adjudicación de contratos públicos y concesiones, así como la cooperación y diálogo con las partes interesadas. Las sanciones por incumplimiento incluyen multas económicas de hasta el 5% del volumen de negocio neto de la empresa, responsabilidad civil para las personas afectadas y la terminación de relaciones comerciales con socios que causen efectos adversos.

La Directiva sobre Diligencia Debida de las Empresas de la Unión Europea se aplicará en diversos contextos y sectores, como empresas manufacturadoras grandes, la industria textil, el sector de la energía, las empresas mineras y el sector tecnológico. Cada uno de estos sectores deberá asegurar prácticas responsables y sostenibles en sus operaciones y cadenas de suministro.

El próximo paso en la implementación de la CSDDD es que los representantes de la UE se reúnan en el COREPER el próximo 15 de mayo y aprueben definitivamente el texto final. Una semana después, el 23 de mayo, los ministros de la UE darán luz verde final a la CSDDD. El texto final se publicará posteriormente en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE).

Desde la publicación en el DOUE, las etapas serán: transposición a la legislación nacional, desarrollo de regulaciones detalladas, período de preparación para las empresas, formación y recursos, supervisión y aplicación, y revisión y ajuste. Este proceso asegura la implementación efectiva de la directiva, promoviendo prácticas empresariales responsables y sostenibles a largo plazo dentro de la Unión Europea.

La Directiva sobre Diligencia Debida de las Empresas de la UE es un paso adelante hacia un futuro más sostenible y ético. Las empresas deberán adaptarse a este nuevo marco legal, el cual no solo beneficiará al medio ambiente y a la sociedad, sino que también reforzará la sostenibilidad a largo plazo de las propias empresas. Además, esta normativa podría actuar como modelo para otras regiones que buscan fomentar una conducta empresarial más responsable a nivel global.

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